El video que veremos aquí es una breve entrevista, a manera de documental, que habla acerca de un hecho que ocurrió hace algunas décadas en la antigua Unión Soviética. Se trata de
una exploración científica que excavó, mediante un poderosísimo taladro, a lo profundo de la corteza terrestre y, según algunos informes, llegaron a captar y grabar voces de quejidos y lamentos procedentes del infierno. Específicamente se le llegó a conocer como el "Pozo del Infierno" o el "
Pozo de Kola" (pues así se llama el lugar donde se realizó la perforación)
Específicamente está localizado en las coordenadas 69º23'N 30º36'E (marcado con el punto rojo del mapa), en la Península de Kola, a más o menos 10 kms de la ciudad de Zapolyarny. Curiosamente, al buscar dichas coordenadas en Google Maps, no nos permite acercarnos lo suficiente para apreciar el foso, pues un mensaje anuncia que "no disponen de imágenes en esa región" con el nivel de zoom suficiente (tal como sucede con tantos otros puntos vedados al usuario común y corriente). En cambio, al desplazarnos a áreas no muy lejanas a ese punto, ya podemos llevar el zoom a su nivel máximo. ¿Casualidad? Quién sabe...
Bueno, el asunto es que la excavación fue un proyecto científico auspiciado por el gobierno de la Unión Soviética en ese entonces, y se escogió ese punto porque allí la corteza terrestre tiene menor espesor que en otras partes. Se inició la excavación en el año 1970 y se trabajó en ello durante aproximadamente 19 años; llegando a alcanzar la perforación, en el año 1989, una profundidad de 12,262 metros (más de 12 kilómetros). Es hasta el presente el pozo más profundo cavado por el hombre. Para tener una idea de la magnitud de esta distancia, tengamos en cuenta que el monte Everest (el punto más alto sobre el planeta) tiene una altura de 8,848 metros sobre el nivel del mar.
Como parte de la investigación, se colocaron micrófonos especializados (algo acostumbrado en ciertas exploraciones geológicas) y se detectaron y grabaron sonidos inesperados que, según se dice, resultaron espeluznantes para dichos científicos. Los sonidos eran similares a quejidos o lamentos que muchos atribuyeron a voces procedentes de almas en pena desde el infierno. Los escépticos, en cambio, opinan que los sonidos grabados eran meramente de originen natural, provenientes de la actividad geológica de las capas internas de la superficie terrestre.
Un tiempo después de ello se clausuró dicho proyecto, por varias causas: en parte, por falta de fondos para financiarla; también, por inestabilidad geológica del área; además, porque las maquinarias ya no resistían las condiciones extremas que implicaba una perforación a tan grande profundidad; y en parte, según muchos otros, también por miedo a lo encontrado.
La noticia se hizo pública, causó revuelo y le dio la vuelta al mundo en ese entonces. Surgieron grandes controversias, e incluso, hubo quienes hicieron todo lo posible para demeritar la autenticidad de dicha grabación; y otros, por defenderla. Hoy por hoy, algunos consideran que esto no pasó de ser una leyenda urbana, producto de una creencia colectiva. Pero otros también están convencidos de que realmente se trata de una grabación de sonidos del infierno. Luego de ver este video, saquen ustedes sus propias conclusiones.
Ya sea que la grabación es real y Dios permitió que fuera captada de esa forma; o ya sea que se trate de una simple "leyenda urbana", creo que este hecho debería servir para hacer meditar a muchos en la existencia de un sitio llamado infierno.
No puedo aseverar ni tampoco negar si lo que aquellos científicos grabaron fueron voces reales procedentes del infierno. No cuento con información fidedigna suficiente; y seguramente jamás la tendré. Pero de algo sí estoy segura: el infierno existe y es totalmente real.
Es más, muy posiblemente está en el fondo de la tierra, pues las Sagradas Escrituras nos describen claramente la escena en la que un grupo de personas "descendieron vivos al Seol":
"Y dijo Moisés: En esto conoceréis que Jehová me ha enviado para que hiciese todas estas cosas, y que no las hice de mi propia voluntad.
Si como mueren todos los hombres murieren éstos, o si ellos al ser visitados siguen la suerte de todos los hombres, Jehová no me envió.
Mas si Jehová hiciere algo nuevo, y la tierra abriere su boca y los tragare con todas sus cosas, y descendieren vivos al Seol, entonces conoceréis que estos hombres irritaron a Jehová.
Y aconteció que cuando cesó él de hablar todas estas palabras, se abrió la tierra que estaba debajo de ellos.
Abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres de Coré, y a todos sus bienes.
Y ellos, con todo lo que tenían, DESCENDIERON VIVOS AL SEOL, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación.
Y todo Israel, los que estaban en derredor de ellos, huyeron al grito de ellos; porque decían: No nos trague también la tierra."
No voy a entrar aquí a examinar teologías en cuanto al Hades, el Seol, el Abadón, el Infierno o el Lago de Fuego; que si son o no son lo mismo, ni qué diferencia hay entre lo uno o lo otro. Solo me circunscribiré a mencionar algunas cosas que la Biblia nos habla acerca de este sitio de castigo y tormento eterno, del cual, lo único que me interesa saber, es que no quiero ni pretendo ir ahí.
El propio Señor Jesucristo se refirió en repetidas ocasiones al infierno como un lugar final de condenación, de castigo y juicio eterno, de muerte eterna, en donde el fuego jamás puede ser apagado y donde el gusano de tormento nunca muere. Y también en otros pasajes de la Biblia se nos habla de dicho sitio: (
Marcos 9:43-48,
Mateo 10:28,
Lucas 12:5,
Mateo 5:22,
Mateo 23:33,
Mateo 23:15,
Santiago 3:6,
2 Pedro 2:4)
En pocas palabras,
el infierno es el lugar indescriptiblemente más horroroso y aterrador que existe y existirá, en donde todo aquel a quien Dios arrojé allí, permanecerá en él perpetuamente y nunca jamás podrá salir, por toda la eternidad.
El infierno no fue preparado por Dios para el hombre, sino para el diablo y todos sus demonios (
Mateo 25:41). Pero toda persona que rechace la gracia de Dios en Cristo Jesús, lamentable e inevitablemente, también tendrá que ser echada en él, pues dice que
el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego (
Apocalipsis 20:15).
Dios no quiere que ningún ser humano sufra la condenación eterna, sino al contrario: él quiere que todos sean salvos:
"El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento."
(2 Pedro 3:9)
Pero para acceder a esa salvación que Jesucristo nos ofrece, hay que reconocer que no podemos salvarnos a nosotros mismos, y tenemos que rendir nuestra vida a él, y recibirlo como nuestro único Señor y Salvador.
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna."
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