"La Pasión de Cristo", también conocida como "
La Pasión" es una película estadounidense
estrenada en el 2004 en casi 90 países, dirigida y financiada por
Mel Gibson, filmada totalmente en Italia y protagonizada por
Jim Caviezel como Jesús.
Recrea las últimas doce horas de la vida de nuestro Señor Jesucristo (lo que conocemos doctrinalmente como la pasión de Cristo), de acuerdo al Nuevo Testamento y los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
La película abarca desde el momento en que Jesús oraba en en huerto de Getsemaní la noche que fue entregado, describiendo cómo fue traicionado y abandonado por todos, presentando las sucesivas horas de tortura, condena y su muerte, culminando con su gloriosa resurrección.
Este filme tiene la peculiaridad de que se rodó en latín, hebreo y arameo, con subtítulos en los diferentes idiomas a los que fue traducida. La idea de Mel Gibson al respecto fue conservar los lenguajes originales que se hablaban en la época, para hacerla más impactante. Para ello, los actores tuvieron no solo que aprender sus líneas, sino que debieron hacerlo en estos idiomas que desconocían, necesitando muchísimas horas de estudio y práctica, junto a asesores y profesores que les enseñaron la pronunciación correcta.
Fue nominada a tres Premios Óscar de la Academia: mejor maquillaje, mejor banda sonora y mejor fotografía. Ganó 17 premios de cine y fue nominado a otros 13 premios más.
Para producir "La pasión de Cristo" Mel Gibson gastó entre cuarenta y cincuenta millones de dólares de su propio dinero para financiar la película y cubrir los costes de publicidad, (lo cual después recuperó con creces). Además de ser el director y coproductor también escribió el guion junto a Benedict Fitzgerald.
Desde el punto de vista de la taquilla, constituyó un éxito enorme. Apareció en 2004 en la lista de las diez películas con mayor recaudación de todos los tiempos y entre las 25 películas con mayor asistencia de todos los tiempos (121 millones de espectadores). Cuando salió en video y DVD, se vendieron 9 millones de copias, tan solo durante la primera semana.
Debido a la interpretación, la aparente violencia y el idioma de la película (arameo, latín y hebreo), fue muy difícil encontrar a una compañía de distribución estadounidense que se encargara de ella. La película ya estaba terminada cuando Newmarket Films acordó en distribuirla por EE. UU. En Canadá la distribuidora fue "Equinox Films", y en el Reino Unido y Australia fue Icon Films.
La crítica sobre esta película estuvo extremadamente divida, así como las opiniones en muchos ámbitos de la sociedad. Hubo quienes la alabaron, así como otros que fueron sus asérrimos detractores. La edición de junio de 2006 de la revista "Entertainment Weekly" nombró a La Pasión de Cristo como "la película más controvertida de todos los tiempos".
La pasión recibió el apoyo y respaldo de la gran mayoría de las organizaciones evangélicas, así como el aval de la iglesia católica.
El filme levantó una gran polémica, y fue tildado de antisemitista (principalmente por la comunidad judía) y de ser crudo y violento (por la comunidad en general). Al respecto, Mel Gibson dijo en una entrevista:
"Quería que fuera chocante. Y quería que fuera extrema... Para que vieran la enormidad, la enormidad del sacrificio; para que vieran que Alguien pudo soportar todo ello y, sin embargo, continuar transmitiendo amor y perdón, incluso después de un dolor, sufrimiento y ridiculización extremos."
Y en otra ocasión también él mismo comentó lo siguiente:
"No es una historia de judíos contra cristianos. El propio Jesús era judío; su madre era judía y también sus doce apóstoles. Es verdad que la Biblia dice: «Él vino a los suyos, pero los suyos no le recibieron». Yo no puedo ocultarlo. Pero eso no significa que los pecados del pasado fueran peores que los pecados del presente. Cristo pagó el precio por todos nuestros pecados. La lucha entre el bien y el mal, y el poder abrumador del amor están muy por encima de la raza y la cultura. Esta película habla de fe, esperanza, amor y perdón. Son realidades que servirían al mundo, especialmente en estos tiempos tan turbulentos.
Esta película quiere inspirar, no ofender. No hay nada de violencia gratuita en esta película. Creo que un menor de doce años no debería verla, a no ser que sea muy maduro. Es bastante fuerte. Nos hemos acostumbrado a ver crucifijos bonitos colgados de la pared. Decimos: «¡Oh, sí! Jesús fue azotado, llevó su cruz a cuestas y le clavaron a un madero», pero ¿quién se detiene a pensar lo que estas palabras significan realmente?
En mi niñez, no me daba cuenta de lo que esto implicaba. No comprendía lo duro que era. El profundo horror de lo que Él sufrió por nuestra redención realmente no me impactaba. Entender lo que sufrió, incluso a un nivel humano, me hace sentir no sólo compasión, sino también me hace sentirme en deuda: yo quiero compensarle por la inmensidad de su sacrificio. Tengo la esperanza de que esta película llena de coraje y sacrificio, inspire tolerancia, amor y perdón, que es lo que necesitamos en este mundo últimamente."
Es innegable que esta película causó revuelo alrededor del mundo. Transformó vidas y causó impacto tanto en cristianos como en no cristianos, en religiosos como en ateos. Al respecto, sobre las personas que la vieron, Joseph Bartunek dijo:
"No sólo las personas religiosas la vieron: los asesinos y demás delincuentes que tras ver la película fueron directos del cine a la comisaría para entregarse a la policía no pueden considerarse el tipo de beato medio. El fenómeno dejó a sociólogos y analistas de mercado rascándose la cabeza. También los aficionados al cine se rascaban la cabeza, no tanto por el fenómeno mediático cuanto por la propia película. La gente estaba deseosa de hablar sobre ella. A raíz de su estreno, en algunas iglesias hubo mayor asistencia a los grupos de discusión en torno a La Pasión que al servicio religioso de los domingos"
Desde mucho antes de su filmación,
Mel Gibson ya había avisado su intención de rodar la película más realista de la historia sobre la figura de Jesucristo. Y a mi parecer, creo que lo logró. Ninguna película de las que he visto en toda mi vida acerca de la vida y muerte de Jesús ha sido como ésta. Pienso que
se atrevió a mostrar la cruda realidad del inmenso sacrificio que Jesucristo hizo por nosotros. Y es más, creo que Mel Gibson se quedó corto al respecto.
Es que cuando estudiamos a fondo lo que la Biblia nos describe sobre la pasión de Cristo, así como lo sanguinario que eran los métodos de tortura y ejecución romanos a los que nuestro Señor fue sometido, nos daremos cuenta de que él verdaderamente fue "molido por nuestros pecados", "herido por nuestras rebeliones", "despreciado y desechado", "quebrantado", "sujetado a padecimiento", "afligido en su alma", "azotado", "herido de Dios", "abatido", "varón de dolores", "experimentado en quebranto" a tal punto en que se convirtió en un espectáculo tan crudo y doloroso de presenciar que los que lo veían tenían que "esconder de él su rostro", pues no soportaban verlo (Puedes leer esto en el capítulo 53 de Isaías).
Creo que los que tildan a esta película de dura, cruda o violenta no quieren aceptar, prefieren ignorar o no están conscientes la horrenda realidad que Jesucristo tuvo que pasar para redimirnos a ti y a mi de una condenación eterna, pagando en lugar nuestro lo que lo que nos correspondía a nosotros. Él se sacrificó en nuestro lugar, porque era la única forma de pagar el precio por nuestro pecado, rescatarnos y darnos salvación.
Esa es la mayor muestra de amor del universo entero:
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna."
