En este sermón, el pastor Charles Stanley nos habla con gran sabiduría de nuestra necesidad de depender de Dios en todo lo que hacemos. Cuando somos incompetentes, Dios es nuestra suficiencia. Dios jamás nos llama a hacer algo si no nos va a ayudar a hacerlo y si no nos va a capacitar para ello.
Así que no debemos dudar de que podemos hacer lo que Dios nos manda. Nos toca confiar en él y hacer nuestra parte. Y si nos sentimos incompetentes, ello nos llevará a depender de Dios. Esa es el lado positivo de la incompetencia.
EL LADO POSITIVO DE LA INCOMPETENCIA - PREDICA POR CHARLES STANLEY:
Este thriller de 1999 titulado "Un Segundo Después" (en inglés "The Moment After") comienza en el caos después de que ocurre el rapto, profetizado en la Biblia. Millones de personas han desaparecido, dejando tras de sí miles de millones de gentes confundidas y asustadas. Dos agentes del FBI están en la búsqueda de un profeta, pero su viaje les lleva a ver sus propias vidas.
El mundo se encamina hacia un desastre total. Adam Riley y Charles Baker, dos aguerridos agentes del FBI, investigan la desaparición masiva de millones de personas. Sin embargo, los desaparecidos no parecen tener en principio nada en común. Todo apunta a que el asunto está relacionado con un misterioso individuo que lidera una organización paramilitar.
Mezcla de ciencia ficción e intriga que no necesita de caras conocidas para atrapar al espectador. Su éxito propició una secuela titulada "The Moment After 2: The Awakening" (que pueden ver en esta otra entrada).
Este documental analiza y comenta los aspectos bíblicos, históricos, jurídicos y médicos sobre la crucifixión de Jesús, y durante sus últimas 18 horas de vida, haciendo un recuento de lo que padeció horrendamente nuestro Señor Jesucristo al ser crucificado, recreando los procesos físicos y emocionales extremos que sufre el cuerpo humano al ser sometido a un acto tan cruel de tortura como lo es la crucifixión.
Que esto nos sirva para meditar y agradecer el inimaginable amor de Dios por todos nosotros, que no somos más que viles pecadores que, por nuestra propia maldad, estábamos condenados a la muerte y sufrimiento eterno. Pero gracias al sacrificio de Jesucristo, él nos ha dado vida, aquí y ahora, y también por la eternidad.
¡Gracias, mi Señor Jesús!
"Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca. Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores."
(Isaías 53:3-12).
Entrega hoy tu vida a Jesucristo....
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna."(Juan 3:16).